La piel de los perros difiere mucho de la de las personas. La piel de nuestras mascotas es mucho más sensible y requiere una adecuada secreción de sebo para mantenerse saludable.
En los perros la sudoración es muy escasa y los poros son muy grandes, lo cual favorece enormemente la presentación de infecciones en estas mascotas.
Los baños muy frecuentes limpian el sebo de la superficie cutánea del perro y estimulan a las células de la piel para que crezcan demasiado rápido, lo cual produce seborrea (caspa), mal olor, infecciones y pelaje dañado.
Una mascota saludable debería tener un baño cada 30 días, con cepillados suaves cada 24 a 72 horas.
Asegúrese de utilizar un shampoo especial canino que hidrate la piel de su perro.
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